martes, 29 de noviembre de 2011

domingo, 17 de julio de 2011

François de la Rochefoucauld

La debilidad de carácter es el único defecto que no se puede enmendar.


François de la Rochefoucauld

domingo, 1 de mayo de 2011

Ernesto Sábato

Creo en los cafés, en el diálogo, creo en la dignidad de la persona, en la libertad. Siento nostalgia, casi ansiedad de un Infinito, pero humano, a nuestra medida.


Creo en los cafés, en el diálogo, creo en la dignidad de la persona, en la libertad. Siento nostalgia, casi ansiedad de un Infinito, pero humano, a nuestra medida.


Ernesto Sábato (1911-2011), escritor argentino.(1911-2011), escritor argentino.

domingo, 17 de abril de 2011

viernes, 15 de abril de 2011

jueves, 14 de abril de 2011

sábado, 9 de abril de 2011

LUDWING WITTENSTEN

No sé por qué estamos aquí,pero estoy muy seguro de que no es para ser felices.
LUDWING WITTENSTEN (1889.1951 ) filósofo austriaco.

LUDWING WITTGENSTEN

martes, 5 de abril de 2011

Platón

El más importante y principal negocio público es la buena educacion de la juventud.


Platón

domingo, 3 de abril de 2011

Mario Puzo



La amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale casi tanto como la familia.

Mario Puzo

Lucio Anneo Séneca

Mostrarse asustado sin motivo aparente es dar a conocer que se tiene razón de temer.


Lucio Anneo Séneca

sábado, 2 de abril de 2011

El mejor.

El mejor


Un maestro budista viajaba a pie con sus discípulos, cuando se dio cuenta de que discutían entre ellos quien era el mejor.



- Practico la meditación desde hace quince años - decía uno.



- Hago caridad desde que salí de la casa de mis padres - decía otro.



- Siempre he seguido las enseñanzas de Buda - decía un tercero.



Al mediodía, pasaron debajo de un manzano para descansar.



Las ramas estaban cargadas, y llegaban al suelo con el peso de las frutas.



Entonces el maestro habló:



- Cuando un árbol está cargado de fruta, sus ramas se doblan y tocan el suelo. Así, el verdadero sabio es aquel que es humilde.



«Cuando un árbol no tiene frutos, sus ramas son arrogantes y altivas. Así, el loco siempre se cree mejor que el prójimo.»







~ Paulo Coelho ~







miércoles, 23 de marzo de 2011

Duquesa de Abrantes

La adulación es una moneda que empobrece al que la recibe.


Duquesa de Abrantes

domingo, 20 de marzo de 2011

Situación Internacional.

Estoy preocupada por la situación internacional.

sábado, 19 de marzo de 2011

Feliz día del Padre

Hola
Deseo que paséis un buen día de sábado.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Groucho Marx

Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente .
 Groucho Marx


lunes, 7 de febrero de 2011

Tips de este mes



http://www.organizateya.com/tips/tips_feb11.htm


1. Actuar sobre cada prioridad...

Un tip de Rafael Florez de Cali, Colombia

Hacer una lista de prioridades en lugar de lista de tareas, y actuar sobre cada prioridad hasta finalizarla al 100%. Gracias Rafael, por tomarte el tiempo de compartir...



2. Sepáralo desde el principio...

Una manera de facilitarte el trabajo de lavar la ropa, es que tengas diferentes lugares donde ir colocando la ropa sucia para que ya quede separada. Uno para los colores oscuros, otro para la ropa blanca, otro para la ropa delicada. Será más fácil preparar una lavada mientras haces otra cosa, porque solamente tendrás que elegir de cual de ellos tomar la ropa sin tener que dedicarle tiempo a separarla...



3. Revisa los pendientes del Hogar...

Recorre tu hogar con un cuaderno y una pluma y ve anotando todo lo que veas que requiere de tu atención. Alguna puerta que no funciona bien, algún vidrio roto, algo que atender con un plomero o electricista. Quítate la angustia cada vez que lo ves cuando pasas por ese lugar, porque ya lo tendrás anotado en tus pendientes. El siguiente paso es irlos resolviendo.



4. El orden en la oficina...

Cuando comience el día, tómate el tiempo de ordenar tus pendientes, revisando lo que debes resolver durante el día y organizando las actividades por prioridades. Durante el día cada vez que termines alguna tarea o actividad, tómate el tiempo de ordenar el escritorio, guardar lo que ya no vayas a utilizar para dejar el espacio despejado y las cosas en su lugar revisando nuevamente tu lista. Al terminar el día, ordena, archiva, coloca cosas en su lugar y deja tu escritorio libre y listo para el trabajo del día siguiente. Esos pequeños momentos que te des para poner las cosas en orden, te ahorrarán mucho tiempo a lo largo del día, y también te ayudarán a tener la mente clara y enfocada en lo que estés haciendo cada momento...



5. Enjuágalo de inmediato...

Cuando estés cocinando o preparando algo para cenar, te recomiendo que aunque no laves los trastes en el momento, por lo menos enjuágalos para que la comida no se pegue y ve colocando los utensilios sucios en un traste con agua. Te ahorrará tiempo cuando decidas lavarlos...



6. Mientras la impresora trabaja...

Cuando tengas muchas páginas por imprimir, selecciona alguna tarea de tu lista de pendientes que puedas hacer durante los momentos en que la impresora trabaja, no te quedes quieto esperando a que termine, adelanta otra cosa...



7. Crea un acceso directo...

Si tienes un correo de Hotmail, gmail, o yahoo, crea un acceso directo en tu escritorio a la página de ingreso a tu buzón. Gmail tiene un pequeño programita que instalas, donde configuras tu correo y la contraseña y te aparecerá un icono en la barra de tareas, donde solo tendrás que hacer un doble clic y se abrirá tu buzón en la bandeja de entrada. Facilítate el trabajo y tu funcionamiento...



8. Anótalo aunque te parezca insignificante...

Si mientras estás concentrado resolviendo algún proyecto o pendiente, recuerdas algo que tienes que hacer, toma inmediatamente una pequeña etiqueta autoadherible y anótalo colocando esta nota en un lugar visible en tu escritorio, y continua trabajando en lo que estabas haciendo para no perder la continuidad y la concentración, pero habrás capturado un pendiente que no olvidarás y que podrás atender una vez que termines lo que estabas haciendo, o si no, lo podrás anotar en tu lista de pendientes. Que sea un hábito para tí, anotar todo lo que tu mente te vaya recordando que tienes que hacer aunque te parezca insignificante, porque precisamente por eso, es muy fácil olvidarlo, lo escrito ya no lo olvidas.



9. Desahógate de pequeñas tareas...

En algún momento del día, detente a revisar tu lista de pendientes y resuelve todas las pequeñas tareas que puedas, aquellas que te lleven poco tiempo, para que las marques como resueltas y no te presionen durante el día...



10. Cada actividad en el mejor momento...

Elige por la mañana, cuando comienzas tu día de trabajo, las tareas o actividades que te parezcan más pesadas o que te disgusten, porque es cuando mejor dispuestos estamos y cuando más energía tenemos. Después de comer, elige tareas sencillas que no requieran de mucha concentración porque el estómago estará trabajando en la digestión y no contarás con mucha energía...



jueves, 3 de febrero de 2011

Aprendiendo a vivir con los no “productivos”


Posted: 02 Feb 2011 11:00 PM PST



Algunos de vosotros ya lleváis un tiempo siguiendo este blog. Después de unos meses de trabajo duro habéis conseguido poner en marcha GTD –u otro sistema de organización personal que os funciona. Ahora tenéis las cosas bajo control. El nivel de trabajo no ha menguado, pero al menos sabéis dónde estáis. Tenéis claro lo que habéis delegado, lo que podéis hacer inmediatamente, y qué frentes tenéis abiertos.

En nuestro mundo de colores todas las siguientes acciones están en una lista, las carpetas manila de los proyectos perfectamente etiquetadas y ordenadas, y la bandeja de entrada de la mesa siempre vacía –o al menos casi siempre ;-) El problema viene cuando toca delegar…



Todos hemos sufrido en algún momento la pésima productividad personal de la gente que nos rodea. Una vez conseguimos tener a punto nuestro sistema, vemos todo tan claro que no entendemos por qué los demás son tan desorganizados –se nos olvida que nosotros estuvimos ahí una vez, pero eso es otro tema ;-) La cuestión es que a veces delegar una tarea resulta en un auténtico suplicio.

La productividad personal es… eso, personal. Me consta que muchos “productivos” han tratado de enseñar productividad a sus compañeros de trabajo, amigos y familia. Y aunque a veces alguno, de vez en cuando, tiene éxito, la verdad es que resulta muy difícil inculcar la productividad a alguien que no le interesa. Como el intentar que alguien deje de fumar, uno no enseñar productividad personal si la otra persona no siente que necesita ser productivo.

La mayoría de las personas con las que me cruzo diariamente me mira como un bicho raro si digo que escribo sobre productividad personal. Creen que soy un “freak”. No ven la utilidad de aprender las técnicas o de utilizar correctamente las herramientas que enseño. Al final siempre me quedo con la sensación de que se van pensando: “tú haz las cosas así de raras, que yo las haré como a mi me parezca”.

Así que hace tiempo que desistí de tratar de enseñar productividad personal a quien no le interesa –igual que tampoco doy consejos a quien no me los pide. El tiempo y la energía que empleo no compensa el evitarme un par de llamadas, o el implementar el control extra en las tareas que delego. Simplemente no merece la pena.

Por eso dejo que cada uno se organice como quiera. Finalmente siempre hay alguien que siente curiosidad por mi forma de trabajar, se acerca a mi mesa y pregunta por este o aquél detalle de mi sistema. Y es entonces cuando sí les explico cómo, el capturar todo y procesar la bandeja de entrada todos los días, por ejemplo, puede ayudarle a ser más eficiente y trabajar con menos estrés.

Mientras eso no sucede, trato de trabajar con los no “productivos” aplicando la máxima de “vive, y deja vivir” :-)

Aprendiendo a vivir con los no “productivos”


Posted: 02 Feb 2011 11:00 PM PST



Algunos de vosotros ya lleváis un tiempo siguiendo este blog. Después de unos meses de trabajo duro habéis conseguido poner en marcha GTD –u otro sistema de organización personal que os funciona. Ahora tenéis las cosas bajo control. El nivel de trabajo no ha menguado, pero al menos sabéis dónde estáis. Tenéis claro lo que habéis delegado, lo que podéis hacer inmediatamente, y qué frentes tenéis abiertos.

En nuestro mundo de colores todas las siguientes acciones están en una lista, las carpetas manila de los proyectos perfectamente etiquetadas y ordenadas, y la bandeja de entrada de la mesa siempre vacía –o al menos casi siempre ;-) El problema viene cuando toca delegar…



Todos hemos sufrido en algún momento la pésima productividad personal de la gente que nos rodea. Una vez conseguimos tener a punto nuestro sistema, vemos todo tan claro que no entendemos por qué los demás son tan desorganizados –se nos olvida que nosotros estuvimos ahí una vez, pero eso es otro tema ;-) La cuestión es que a veces delegar una tarea resulta en un auténtico suplicio.

La productividad personal es… eso, personal. Me consta que muchos “productivos” han tratado de enseñar productividad a sus compañeros de trabajo, amigos y familia. Y aunque a veces alguno, de vez en cuando, tiene éxito, la verdad es que resulta muy difícil inculcar la productividad a alguien que no le interesa. Como el intentar que alguien deje de fumar, uno no enseñar productividad personal si la otra persona no siente que necesita ser productivo.

La mayoría de las personas con las que me cruzo diariamente me mira como un bicho raro si digo que escribo sobre productividad personal. Creen que soy un “freak”. No ven la utilidad de aprender las técnicas o de utilizar correctamente las herramientas que enseño. Al final siempre me quedo con la sensación de que se van pensando: “tú haz las cosas así de raras, que yo las haré como a mi me parezca”.

Así que hace tiempo que desistí de tratar de enseñar productividad personal a quien no le interesa –igual que tampoco doy consejos a quien no me los pide. El tiempo y la energía que empleo no compensa el evitarme un par de llamadas, o el implementar el control extra en las tareas que delego. Simplemente no merece la pena.

Por eso dejo que cada uno se organice como quiera. Finalmente siempre hay alguien que siente curiosidad por mi forma de trabajar, se acerca a mi mesa y pregunta por este o aquél detalle de mi sistema. Y es entonces cuando sí les explico cómo, el capturar todo y procesar la bandeja de entrada todos los días, por ejemplo, puede ayudarle a ser más eficiente y trabajar con menos estrés.

Mientras eso no sucede, trato de trabajar con los no “productivos” aplicando la máxima de “vive, y deja vivir” :-)

viernes, 28 de enero de 2011

Planeta de mujeres

pregunta difícil de responder sobre todo por Internet.




Por algún momento de mi vida pasé por esto. Quería entrar a Google y que Google me dijera que tenía que hacer paso por paso para tomar las mejores decisiones. La verdad es que por más que buscaba y buscaba nunca encontraba las respuestas hasta que las encontré en mi misma.



Ahora soy mucho más práctica: voy al punto si me conviene y es lo que quiero lo hago, si me doy cuenta que lo estoy haciendo por quedar bien con alguien más y es algo que yo no quiero hacer no lo hago.



Es difícil tomar decisiones



Crecemos acostumbradas a que alguien más tome las decisiones por nosotras. Desde niñas ya tenemos de cierta forma un plan trasado de lo que tenemos que hacer.



Más rápido de lo que nos damos cuenta de repente tenemos que escoger qué queremos hacer con nuestras vidas, con quién nos queremos casar, si nos queremos casar, en qué queremos trabajar y muchas otras decisiones que tenemos que tomar.



A veces pienso que ser capaces de tomar nuestras propias decisiones es un lujo que no valoramos.



Hay muchas mujeres que no pueden escoger en qué quieren trabajar, con quién se quieren casar, si quieren o no tener hijos.



Acepta que eres capaz de tomarlas.



No quieras que los demás decidan por ti. Si te cuesta trabajo empieza con decisiones sencillas como escoger un color de ropa o qué comida ordenar en le Restaurante decide escoger lo que tú quieres, lo que a ti te gusta, lo que tú prefieres sin tener que pregúntarles a todos su opinión sobre lo que vas a comprar y sin ver el precio de lo que cuesta tu platillo favorito.



Existen algunas reglas que debes de seguir para tomar mejores decisiones.



1. Planear tus objetivos te facilita tomar decisiones.



Cuando tienes tus objetivos claros es más fácil tomar decisiones. Si tienes claro cuánto quieres ahorrar este mes puedes decidir muy fácilmente en lo que no debes gastarte el dinero. Si sabes qué tipo de negocio quieres poner puedes decidir no invertir tu tiempo ni dinero en cosas que no te van a lleva a poner el negocio que quieres. Si sabes qué tipo de hombre quieres es fácil decirle que no al que sólo te va a quitar el tiempo. Si sabes qué quieres comprar en el supermercado es más fácil decidir no comprar todo eso que no necesitas.



2. Evita tomar decisiones cuando estás bajo presión.



Las decisiones que tomamos cuando estamos bajo presión no siempre son las mejores. Si te sientes presionada enfría el momento o trata de tomar la decisión en otro momento. Si vas de compras y crees que tienes que adquirir esa cámara fotográfica porque la oferta acaba ese día. Respira profundo y decide decirle al vendedor que necesitas tomar unos minutos para analizar la situación. Tal vez analizandolo bien puedes darte cuenta que aunque si es una buena oferta no es algo que cubre tus necesidades y en lo que es mejor no gastarte tu dinero.



3. Analiza Pros y Contras



Cuando tienes que tomar una decisión siempre hay ventajas y desventajas en hacer o no hacer las cosas. Si las escribes es más fácil que las cuantifiques.



4. No tomes decisiones por complacer a los demás.



Que no te importe lo que los demás van a decir que nadie más vive tu vida. Si llevas muchos años en esa relación que te destruye pero no quieres terminar con ella por lo que los demás opinen sólo te estás haciendo daño a ti misma.

http://www.planetademujeres.com.mx/superacion-personal/como-tomar-mejores-decisiones/

lunes, 24 de enero de 2011

Traductor


sábado, 22 de enero de 2011

Sócrates en el mercado







Al filósofo Sócrates, que causó una

verdadera revolución en el pensamiento

del hombre (y por ello fue condenado a muerte),

se lo veía siempre paseando por el mercado

principal de la ciudad.

Un día, uno de sus discípulos le preguntó:

“Maestro, hemos aprendido con usted que

todo sabio lleva una vida simple. Pero usted

no tiene ni siquiera un par de zapatos.”

“Correcto”, respondió Sócrates.

El discípulo continuó: “Sin embargo, todos

los días lo vemos en el mercado principal,

admirando las mercancías. ¿Podríamos juntar

algún dinero para que pueda comprarse algo?”

“Tengo todo lo que deseo”, respondió Sócrates.

“¡Pero me encanta ir al mercado para

descubrir que sigo siendo completamente

feliz sin todo ese amontonamiento de cosas.
Paulo Coelho
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